1. En una sartén, calienta el aceite de oliva y sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes.
2. Añade el salami y cocina por unos minutos hasta que esté dorado.
3. Incorpora la salsa de tomate, la pasta de tomate y el orégano. Ajusta con sal y pimienta. Cocina a fuego bajo durante 10 minutos.
4. Para la salsa blanca, derrite la mantequilla en una olla. Añade la harina y mezcla bien.
5. Incorpora poco a poco la leche sin dejar de batir. Cocina hasta que espese.
6. Añade el queso parmesano y la nuez moscada (opcional). Mezcla bien y ajusta de sal.
7. Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).
8. En un recipiente para horno, coloca una capa de láminas de lasaña, una capa de relleno de salami, un poco de salsa blanca y una capa de quesos rallados.
9. Repite el proceso hasta completar el molde, terminando con salsa blanca y queso por encima.
10. Hornea durante 25–30 minutos o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
11. Retira del horno, deja reposar unos minutos y decora con perejil fresco antes de servir.